Somos Tomodachi Primavera de 2018
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25proceso, el Gobierno Meiji recurrió a los modelos establecidos por los EE. UU. y los países europeos.En 1871, Tomomi Iwakura, Udaijin (ministro de la Derecha) bajo el Gobierno Meiji, partió desde Japón como embajador extraordinario y plenipotenciario en una expedición diplomática conocida como la “Embajada Iwakura”. Con la participación de ciento siete altos funcionarios del Gobierno, académicos y jóvenes estudiantes, la Embajada Iwakura pasó más de un año viajando por los EE. UU. y varios países de Europa. Kitaoka explica: “La Embajada Iwakura observó y registró con gran detalle diversos aspectos de las sociedades estadounidenses y europeas, como la política, la industria, el comercio e incluso la agricultura. A través de sus observaciones, se dieron cuenta de que el poder militar de las naciones occidentales residía en su poderío industrial. No mucho después de esta expedición, Japón se centró completamente en la introducción de políticas destinadas a enriquecer a la nación a través de la modernización y la industrialización. Por lo tanto, no es exagerado decir que la modernización de Japón comenzó con la Embajada Iwakura”.Hoy, 150 años después de la Restauración Meiji, aún pervive ese mismo espíritu en Japón. Bajo el liderazgo de Kitaoka, JICA sirve como organismo que implementa la Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD) de Japón, encargada de promover la cooperación internacional para los países en desarrollo. Kitaoka lleva a cabo sus tareas “por el deseo de compartir con otros países la propia experiencia de la exitosa modernización de Japón en los años posteriores a la Restauración Meiji”, explica. “Como la primera nación no occidental en convertirse en un país desarrollado, Japón se convirtió en un país libre, pacífico, próspero y democrático, preservando a la vez su tradición. Esperamos que Japón sirva como uno de los mejores ejemplos para que los países en desarrollo puedan avanzar en su propio desarrollo. Japón se modernizó bajo ideales democráticos, con un sistema legal establecido y aprendiendo proactivamente de otros países. Creo firmemente que hay bastantes aspectos de la experiencia de Japón que pueden servir como lecciones para los países en desarrollo de hoy en día”. Según Kitaoka, el hecho de que Japón haya podido modernizarse conservando al mismo tiempo sus propias tradiciones hace que su experiencia sea particularmente valiosa. “Si imponemos nuestro apoyo a los países en desarrollo mientras ignoramos su cultura y tradiciones, este apoyo no logrará durar mucho tiempo. Japón siguió adelante con la modernización, centrando sus esfuerzos en los pilares del desarrollo nacional como son la educación, la salud pública y las infraestructuras; manteniendo al mismo tiempo sus valiosas cultura y tradiciones. JICA también se esfuerza por respetar debidamente las culturas locales al tiempo que ofrece formas de apoyo que se arraigan en el contexto de esas culturas”.La Embajada Iwakura partió de Japón el 12 de noviembre de 1871 con ciento siete miembros, incluyendo altos funcionarios del Gobierno, académicos y otros. La misión duró alrededor de un año y diez meses, atravesando los Estados Unidos continentales y luego visitando una serie de países europeos.JICA brinda cooperación activa para la educación primaria en todo el mundo. Esta fotografía muestra una escuela de educación primaria en Etiopía, gestionada con el apoyo de JICA.En 2018, JICA presentó el Programa JICA junto con Universidades para los Estudios de Desarrollo (JProUD, por sus siglas en inglés), un programa que invita a futuros líderes de países en desarrollo a venir a Japón para completar másteres en escuelas de posgrado japonesas, donde aprenden sobre las experiencias de Japón sobre su propia modernización y que proporcionan cooperación para el desarrollo de otros países.Kitaoka tiene puestas grandes esperanzas en este programa. “Creo que estos estudiantes no solo estudiarán en sus respectivos campos académicos, sino que también aprenderán mucho de la experiencia moderna de desarrollo de Japón, que difiere significativamente de la historia de crecimiento y desarrollo que podemos encontrar en Occidente. Por supuesto, el proceso de modernización de Japón también tuvo sus aspectos negativos, como por ejemplo, la guerra y la grave contaminación industrial. Espero que estos estudiantes estudien sistemáticamente las ‘experiencias japonesas’, incluyendo las negativas, para que puedan utilizar estos conocimientos y contribuir al desarrollo de sus propios países”.Reflexionando sobre el 150 aniversario de la Restauración Meiji, Japón espera aprovechar esta oportunidad para contribuir aún más al desarrollo de otros países.

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