Somos Tomodachi Primavera de 2018

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10Con 159.000 toneladas producidas anualmente y 148 variedades registradas, las fresas son una de las frutas principales de Japón. Y aunque pueden resultar caras, los amantes de esta fruta de otros países tienen en alta estima las fresas japonesas por su extraordinario sabor. Las exportaciones de fresas japonesas, principalmente a mercados asiáticos como Hong Kong, han alcanzado las 526 toneladas anuales (con un valor de 1.150 millones de yenes [10,65 millones de dólares estadounidenses]) y el volumen sigue aumentando. El cultivo en invernadero, un factor importante de este crecimiento, permite a los productores establecer un plazo de entrega que permita que pueda disfrutarse de fresas deliciosas incluso en diciembre, y no solo en su temporada de abril a mayo.Las fresas adquirieron popularidad en los hogares japoneses después de que se lograra su cultivo en invernadero, en la década de los 60. Sin embargo, hasta finales de la década de los 90, existían pocas variedades y las dos principales, las fresas Nyohō y Toyonoka, dominaban el mercado. La gente solía comerlas con leche y azúcar o leche condensada por su sabor ácido. Esto cambió después de que el gobierno de la prefectura de Tochigi iniciara el cultivo de su fresa Enfoque: La pasión de Japón por la excelencia gastronómicaJapón: paraíso de las fresasDesde enero de 2018, se han hecho muy populares las fresas que se cosechan la misma mañana del día que se ponen a la venta: un servicio que ofrece el grupo de la compañía aérea Japan Airlines en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de Narita. Las fresas están disponibles hasta principios de mayo, y también se venden otras frutas de temporada durante todo el año.Invernadero en el Centro de Investigación Agrícola de la prefectura de Kumamoto, donde se sigue trabajando en el método de cultivo de fresas Yūbeni. Las condiciones van cambiando poco a poco con el fin de producir una cosecha de sabrosas fresas.“Tochiotome”, bautizada en honor al nombre de la prefectura. Pronto otras prefecturas comenzaron a competir para cultivar sus propias variedades locales, lo que originó la presente producción de variedades de fresas dulces y jugosas por todo Japón.