Somos Tomodachi Invierno de 2018
7/40

7precios, mientras que la política fiscal ha reforzado la demanda interna, con presupuestos adicionales de 36 billones de yenes (319.000 millones de dólares estadounidenses) desde el inicio de la Administración Abe en 2012. Como resultado, las empresas han recuperado confianza y la economía está creciendo de nuevo. Japón ha logrado hacer esto al tiempo que ha evitado las divisiones sociales creadas por la desigualdad de oportunidades o el potencial de ingresos en los EE. UU. y en Europa.Tanto las fusiones y adquisiciones salientes como las ganancias corporativas alcanzaron niveles récord. Las fusiones son un signo del creciente apetito por el crecimiento de las empresas. Las ganancias corporativas se deben a la mejora constante de la rentabilidad sobre activos (ROA, por sus siglas en inglés), que contrasta con el ROA plano o decreciente en EE. UU. y Europa. El panorama económico, en general, es optimista. En mis conversaciones con los directores generales japoneses, he sentido una creciente confianza en la revitalización de la demanda.La tercera flecha del Abenomics —una serie de reformas estructurales— está a punto de tener un efecto igualmente profundo. Desde 2012, las reformas estructurales han ido más allá de las industrias prioritarias para abarcar una agenda de transformación más amplia, que incluye iniciativas para acelerar la innovación, incrementar la participación de las mujeres y de las personas mayores en la población activa y ampliar las oportunidades de crecimiento estratégico. El Gobierno también ha establecido una visión general que denomina “Sociedad 5.0”, en la que se analiza cómo diferentes tecnologías, como por ejemplo la inteligencia artificial, los macrodatos (big data) y el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), transformarán la forma en que las personas viven y trabajan. Más desafíos —y oportunidades— aguardan por delantePara aprovechar el impulso generado por el Abenomics y evitar perder cualquier terreno ganado en los últimos años, los responsables políticos y los líderes empresariales deberían centrarse en tres áreas críticas, todas las cuales son relevantes para las economías desarrolladas, en general.Vitalidad corporativa. Tener ganancias corporativas récord en un momento en que existe una necesidad urgente de invertir en nuevas tecnologías y en la fabricación de la próxima generación plantea una pregunta importante: ¿Están haciendo las empresas lo suficiente para sembrar las semillas del éxito futuro? Para garantizar la competitividad industrial y nacional, se debe llevar a cabo la transformación corporativa de forma agresiva, con un enfoque en la mejora de la base industrial y el aprovechamiento del poder de la inteligencia artificial y del Internet de las Cosas. Nuestro trabajo reciente con Fortune demostró que la vitalidad corporativa —la capacidad de crecimiento y reinvención— está impulsada por la mentalidad estratégica, la inversión en tecnología y la renovación de la gestión empresarial. Diversidad e innovación. El envejecimiento y la reducción de la población activa plantearán cuestiones controvertidas sobre inmigración, igualdad de oportunidades y políticas de diversidad. Un estudio del BCG que se publicará próximamente, basado en un análisis realizado a 1.700 empresas en ocho países, muestra que la diversidad impulsa la innovación, medida por la proporción de ingresos derivados de productos más nuevos. Además, las empresas que amplían su enfoque sobre la diversidad —incluyen aspectos tales como la edad, el sexo, experiencia laboral, la nacionalidad y la trayectoria profesional— ven mayores beneficios. El efecto de la diversidad también es mayor para la innovación digital. Cuando analizamos factores habilitantes como, por ejemplo, el apoyo gerencial a la diversidad, a las políticas de igualdad de oportunidades y a una comunicación abierta, descubrimos que menos del 40 % de las empresas tenían estas políticas y apoyos implementados, lo que sugiere que existe un enorme potencial para las empresas y naciones dispuestas a adoptar la agenda de la diversidad. Una asistencia sanitaria basada en el valor. Japón disfruta de resultados en relación a la asistencia sanitaria relativamente buenos, a un costo per cápita razonable, gracias al acceso universal, a un sistema de pagador único y a un estricto control de los costos. Pero con la rápida evolución de la tecnología médica, las expectativas de acceso a esta tecnología y las realidades del envejecimiento de la población, no será suficiente solo con la contención de los costos. Nuestros estudios han demostrado la efectividad de la atención médica basada en el valor, donde los costos y los resultados de las diferentes intervenciones se miden, comparten y utilizan para guiar la selección de terapias en todo el sistema de atención médica. Este es un desafío difícil sobre la gestión del cambio, pero es un desafío en el que Japón cuenta con todas las motivaciones para ser líder. Japón cuenta con un legado envidiable en innovación. Estamos seguros y tenemos la esperanza de que, si las duras dificultades del futuro se adoptan con la misma valentía y cohesión que el Gobierno y el pueblo japonés han venido demostrando hasta la fecha, Japón podrá convertirse en pionero y podrá construir una economía y una sociedad para la próxima generación —con un enfoque en la diversidad, la renovación y la tecnología—, y podrá servir de modelo para otras naciones que, a la larga, se enfrentarán a las mismas presiones.

元のページ  ../index.html#7

このブックを見る