Somos Tomodachi Invierno de 2018
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23A mi maestro de quinto grado, al Sr. Mills, le encantaba hablar con sus alumnos acerca de Japón. Él nos introdujo en la poesía haiku, nos mostró fotografías del monte Fuji, nos enseñó cómo usar los palillos para comer, y nos habló de las celebraciones japonesas del Día de los Niños y del Día de las Niñas. Incluso trajo un poco de nori (algas secas) a la clase para que las probásemos. El Sr. Mills introdujo muchos elementos de la cultura japonesa en sus planes lectivos extrayendo sus positivas experiencias vividas en la base aérea de Misawa mientras estuvo en las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos. Me animó a visitar Japón, donde también me enamoré del país, de su gente y su cultura.Cientos de miles de exmiembros del servicio de los EE. UU. y sus familiares que ahora viven en los Estados Unidos, como el Sr. Mills, también han servido en Japón en los últimos setenta años. La gran mayoría de ellos regresa a los Estados Unidos con buenos recuerdos de Japón. Durante el año pasado, he hablado con miembros del servicio militar de los EE. UU. y con sus familiares en San Diego, Seattle, Pensacola y Washington D. C., donde escuché sus historias para aprender más sobre sus experiencias en Japón. Muchos me han dicho que les gustaría seguir comprometidos y mantener su amistad con Japón.Recientemente, hablé con la esposa de un médico de la Marina de los EE. UU. que me dijo que, durante los tres años de destino de su marido en Japón, enseñó inglés a tres mujeres japonesas que rápidamente se convirtieron en sus mejores amigas japonesas. La sacaron de la base para enseñarle lugares de interés locales, comer en restaurantes japoneses e ir de compras. Ella me dijo que, a través de los ojos de sus amigas, pudo experimentar la sociedad japonesa de una nueva manera. Invitó a sus amigas japonesas a su casa de la base naval de Yokosuka para disfrutar de una cena de Acción de Gracias al estilo americano. Sus amigas, a su vez, la invitaron a Hakone para experimentar cómo se duerme en un futón (una cama tradicional japonesa), comer kaiseki (una comida japonesa tradicional que consta de varios platos) y poder disfrutar de suntuosas aguas termales. Me dijo que, al mantenerse en contacto con sus amigas japonesas vía Facebook, mantiene sus buenos recuerdos sobre Japón. Los medios sociales pueden ser una forma maravillosa de renovar amistades y superar las barreras de la distancia geográfica. Precisamente por eso, la Sasakawa Peace Foundation USA, en colaboración con la Embajada de Japón en los Estados Unidos y la National Association of Japan–America Societies, estableció el Programa Militar de los Estados Unidos en Japón (JUMP). Hemos creado plataformas de medios sociales para brindar oportunidades a los miembros del servicio estadounidense, pasados y presentes, a sus familias y a civiles del Gobierno que han servido en Japón para establecer vínculos. A través de estas plataformas de medios sociales —Facebook y Twitter— las personas pueden interactuar entre sí, seguir los acontecimientos de la alianza de seguridad EE. UU.-Japón, compartir sus experiencias sobre la cultura japonesa y mantenerse conectadas con Japón. Espero que JUMP proporcione una fuerte base en la que poder cimentar la sólida alianza de seguridad EE. UU.-Japón y la cálida relación entre ambos.Debido a que los miembros del servicio estadounidense y sus familias viven en los Estados Unidos, JUMP también ha organizado eventos para reunir a miembros del servicio, pasados y presentes, y a sus familiares. JUMP ha organizado eventos en Seattle, Los Ángeles, San Diego, Honolulu, Nueva Orleans, Pensacola y Washington D. C. Por ejemplo, JUMP coauspició con la Japan-America Society en Seattle un almuerzo de bienvenida para los miembros de la Fuerza Terrestre de Autodefensa de Japón y el Ejército de los EE. UU., que estaban de prácticas en el campo de entrenamiento de Yakima. En noviembre, JUMP organizó un evento en el National War College en Washington D. C. en el que ciento cincuenta antiguos alumnos y estudiantes escucharon a un grupo de panelistas hablar sobre los desafíos a los que se enfrenta la alianza EE. UU.-Japón en el noreste de Asia.La alianza de seguridad EE. UU.-Japón se ha mantenido fuerte durante casi setenta años porque se basa en una sólida base de relaciones interpersonales. JUMP espera aprovechar estos vínculos con nuestros programas y la presencia en los medios sociales. Si usted es miembro del servicio, veterano, familia de un militar o personal de servicio diplomático y gubernamental que ha trabajado conjuntamente para apoyar el Tratado de Seguridad de EE. UU.-Japón, y si desea permanecer conectado con Japón, me gustaría que se pusiera en contacto con nosotros. Nos puede contactar en: www.jumprogram.org/contact (en inglés).Somos Tomodachi — Somos JUMPPor el embajador James ZumwaltEmbajador James ZumwaltDirector general de Sasakawa Peace Foundation USA; exembajador de los Estados Unidos en la República de Senegal; ex vicesecretario de Estado adjunto para Japón y Corea; ex subjefe de misión en Tokio, Japón; exdirector del Departamento de Estado en la Oficina de Asuntos Japoneses.El personal de la Fuerza Terrestre de Autodefensa de Japón y los miembros de JUMP disfrutan de un baile tradicional realizado por miembros de la Asociación de Ciudadanos de la prefectura de Okinawa.http://www.jumprogram.org/contact (en inglés)Este artículo fue aportado en inglés: https://www.japan.go.jp/tomodachi/2018/winter2018/long-lasting_kizuna.html

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