Somos Tomodachi Otoño / Invierno de 2017

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32La refugiada siria, nadadora olímpica y Embajadora de Buena Voluntad de la ACNUR, Yusra Mardini, visitó la ciudad anfitriona olímpica de 2020, Tokio, en agosto de 2017, para promover la concienciación y la comprensión para con los refugiados compartiendo su propia historia dramática.“Los refugiados son personas a los que, si se les da una oportunidad, son capaces de hacer cosas extraordinarias”. Yusra Mardini predica con el ejemplo. En 2015, Mardini huyó de la guerra de Siria para Alemania. En 2016, nadó en los Juegos Olímpicos de Río con el primer Equipo de Atletas Olímpicos de Refugiados. Ahora, como Embajadora de Buena Voluntad de la ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, representa a más de 65 millones de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo, trabajando para inspirar a otros refugiados a perseguir sus sueños.Mardini busca cambiar la imagen negativa que muchas personas tienen de los refugiados. Hablando en la Reunión Anual del Foro Económico Mundial en enero, declaró: “La palabra refugiado se está convirtiendo en un insulto —un nombre para herir y humillar—, pero no hay vergüenza en ello si recordamos quiénes somos”. Mardini describe a los refugiados como “supervivientes con sus propios talentos y habilidades que tuvieron que huir de sus países para escapar de la persecución”. La etiqueta de refugiado oculta el hecho de que esas personas son “médicos y abogados, madres y hermanos, con mucho para contribuir”.Mardini conocía a su Siria natal como a un “país dinámico, lleno de personas generosas y amables; un centro de arte, cultura y civilización”. Hasta 2011, Siria recibía a millones de turistas anualmente. Mardini creció Mardini con estudiantes de la Escuela Primaria de Taimei, Tokio. © ACNURLogrando lo imposible: la refugiada siria, nadadora y embajadoraSerie: Amigos de JapónYusra MardiniNadadora olímpica y Embajadora de Buena Voluntad de la ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados. Nacida en Damasco, huyó de la Siria devastada por la guerra en 2015 y actualmente vive en Alemania. Nadó en el Equipo Olímpico de Refugiados en los Juegos Olímpicos de Río, y espera competir nuevamente en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.