Somos Tomodachi Otoño de 2017

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30“Mis amigos me tildaron de loco y mis padres no se lo tomaron bien cuando les dije que iba a dedicar mi carrera profesional a los bonsáis”, dice sonriendo el artista de bonsáis de Costa Rica Juan Andrade cuando recuerda el día que decidió irse de casa para perseguir su sueño en Japón.Andrade empezó con los bonsáis cuando tenía quince años. Habiendo crecido en Costa Rica, donde más de la mitad de la tierra forma parte de bosques nacionales y hasta el hogar más pequeño cuenta con un jardín de flores, la naturaleza corre por sus venas. “Apreciamos muchísimo la naturaleza en Costa Rica, al igual que los japoneses. Probablemente por eso me empezaron a fascinar los bonsáis”. Por desgracia, Andrade no tenía ningún profesor que pudiera orientarle en Costa Rica y sus únicas fuentes de conocimiento eran un pequeño club de bonsáis e internet. Así que, cuando aprobó el examen nacional de acceso a la universidad con la segunda mejor nota del país, decidió especializarse en biología vegetal, con el deseo de adquirir conocimientos que pudieran utilizarse para los bonsáis. Incluso después de graduarse de la universidad, empleaba sus vacaciones en viajar al extranjero para recibir clases sobre bonsáis de diferentes profesores profesionales. Su familia y amigos pensaban que Andrade disfrutaría de una carrera y una vida exitosa en Costa Rica, pero un día dio a su vida un giro súbito. Ese día, Andrade volvió a casa y le dijo a sus padres que se iba a Japón para convertirse en artista de bonsáis. “Los bonsáis se consideran un pasatiempo para los ricos en mi país, no son ni una carrera, y yo ni siquiera vengo de una familia rica. Así que vendí mi coche, mi apartamento y básicamente todo lo que tenía para irme a Japón”. Andrade explicó que cuando viajaba al extranjero para recibir clases sobre bonsáis, en realidad estaba buscando a un maestro de bonsáis que pudiera aceptarlo como aprendiz. “Fui fiel a mi sueño y tardé quince años en convertirme en un mero aprendiz”.El maestro de bonsáis que Andrade encontró fue Junichiro Mis bonsáis de ensueñoSerie: Amigos de Japón