Somos Tomodachi Verano de 2017
33/38

33Kestler a menudo piensa en cómo hacer punto puede no solo satisfacer deseos creativos, sino también contribuir a la sociedad. Su proyecto “Tejer para Japón” ejemplifica esta búsqueda. Después del Gran Terremoto del Este de Japón de marzo de 2011, Kestler y sus amigos donaron guantes, bufandas y sombreros tejidos a mano a personas de Tōhoku que perdieron sus hogares. “Después de un año, supe que necesitaban algo más. Comencé a pensar en lo que podríamos hacer que también involucrara a la gente local. Pensé que, tejiendo cuadrados juntos, podrían interactuar entre sí y se animarían”. Kestler pidió a la gente en Japón y a amigos de todo el mundo que hicieran “cuadrados de la abuela” de ganchillo de 20 cm × 20 cm. “Muchos simpatizantes, amigos y una compañía japonesa de hilados ofrecieron ayuda”, dice Kestler. “La respuesta fue abrumadora”. Con sus voluntarios, Kestler unió 11.250 cuadrados de la abuela y compuso una manta de 476,78 metros cuadrados, una hazaña con la que obtuvo un récord mundial Guinness y un premio del Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón. “Los premios fueron un gran honor y supusieron un detalle conmovedor para todos los involucrados en el proyecto”, dice. “Cada uno de nosotros se sentó durante una hora pensando en la gente de Tōhoku, mientras tejíamos los cuadrados. Estábamos tejiendo para unir el mundo. Eso fue muy especial”. Kestler luego dividió la manta gigante en mantas más pequeñas para regalárselas a las personas que vivían en refugios en las zonas afectadas por el terremoto.¿Le cansa el hecho de estar pensando noche y día en tejer a Kestler? “Nunca. Está en mi ADN. Tejer es mágico; todo el mundo puede crear algo hermoso con sus manos. Japón me dio la oportunidad de hacer lo que realmente disfruto. Me gustaría explorar la cultura japonesa y las artesanías tradicionales e incorporar métodos tradicionales de teñido como el ai-zome (teñido de índigo) y el kusaki-zome (teñido botánico) en mis tejidos. Incorporando hermosos colores a la vida de las personas y mostrándoles lo emocionante que puede ser tejer, quiero cambiar la percepción que tienen sobre el punto. Los colores traen felicidad y la historia japonesa está llena de colores asombrosos. Espero que la gente pueda disfrutar de estos colores a través de mis obras”.Como parte de su proyecto “Tejer para Japón”, Kestler realizó una manta enorme con gente de Tōhoku que obtuvo el récord Guinness como la manta de ganchillo más grande del mundo.Bernd KestlerNació en el condado de Hessen, Alemania. En la universidad estudió horticultura y en Inglaterra trabajó como diseñador paisajista. Se trasladó a Japón en 1998. Vive en Yokohama y trabaja en sus tejidos mientras disfruta de la jardinería.

元のページ  ../index.html#33

このブックを見る