Somos Tomodachi Verano de 2017
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30Con una historia que supera los 320 años, el okigusuri es un método de venta tradicional japonés de “usar primero y pagar después” nacido en la prefectura de Toyama, en el que las medicinas se colocan en una caja en el hogar o en el lugar de trabajo y el dinero que cuestan se cobra más tarde, una vez se han utilizado. AfriMedico es una organización sin fines de lucro que introdujo este sistema de okigusuri en África con el fin de distribuir medicamentos por las regiones de Tanzania que carecen de suficiente atención médica. Esta organización fue fundada por una farmacéutica japonesa, Eri Machii.Durante su participación en actividades de voluntariado en el extranjero cuando era estudiante universitaria, Machii decidió hacer contribuciones más significativas a los problemas médicos de los países en vías de desarrollo. Para ayudar a proporcionar apoyo médico en África, dejó su trabajo y fue a Níger como miembro del Programa de Voluntarios Japoneses para la Cooperación con el Extranjero. En una clínica en Níger, se enteró de que la medicina no llegaba a los pacientes que la necesitaban. Machii explica que “en África, los gastos de viaje y de transporte son altos, lo que dificulta que las personas que viven en los lugares más apartados puedan ir a los hospitales y hace que la entrega de medicamentos a pueblos distantes sea casi imposible. Como resultado, esas personas no pueden ser tratadas en las primeras etapas de sus enfermedades, por lo que sus problemas se agravan. Esta situación me llevó a preguntarme qué podía hacerse para entregar los medicamentos a las personas que los necesitan”.A pesar de ser capaces de impartir conocimientos médicos al pueblo de Níger, factores como la situación económica de las comunidades locales hacen imposible mejorar su situación sanitaria. Sintiendo que no era apta para hacer frente a la situación, a su regreso a Japón, Machii asistió a una escuela de posgrado en gestión para saber qué tipo de sistema sostenible podría ser Okigusuri: un enfoque japonés para un mejor acceso a la medicina en ÁfricaEri MachiiDirectora representante de AfriMedico y farmacéutica. Después de dejar su puesto en una compañía farmacéutica, trabajó durante dos años, de 2008 a 2010, como voluntaria para combatir enfermedades contagiosas con los Voluntarios Japoneses para la Cooperación con el Extranjero en Níger, África. Estudió en la Escuela de Posgrado de Gestión de la Universidad Globis, donde se le ocurrió la estructura del modelo empresarial okigusuri. En 2014 fundó la organización sin ánimo de lucro AfriMedico. En 2017, fue seleccionada como una de las “Cincuenta y cinco mujeres japonesas que se enfrentan a desafíos globales” de Forbes Japan.Serie: Japoneses que contribuyen en otras partes del mundo

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