Somos Tomodachi Primavera / Verano de 2017

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15No estará de más recordar que han sido precisamente Alemania y Japón los dos primeros casos en la historia de la humanidad que prueban que es posible conseguir un notable crecimiento pese a disponer solo de un territorio limitado y de escasos recursos naturales. Crecimos convirtiendo las desventajas en puntos a nuestro favor, y esto fue posible gracias a la innovación.Será también la innovación, sin ninguna duda, lo que resolverá los problemas que afrontemos en el futuro. Por esta razón, Japón no le teme a la inteligencia artificial. “Las máquinas nos robarán los puestos de trabajo”, dicen algunos. Japón no sabe de esos temores. Japón quiere ser el primero en demostrar que el crecimiento es posible mediante la innovación incluso en tiempos de declive demográfico.* * *Alemania y Japón tienen algunos factores en común. En ambos, es en las pequeñas empresas donde solemos encontrar casos de innovación. Por esta razón, cada vez que la canciller Merkel y yo nos reunimos, hablamos de cómo fomentar los intercambios entre nuestras empresas de tamaño medio, o entre nuestras pymes.En febrero, representantes de pymes alemanas poseedoras de tecnología de punta visitaron Japón. La gente asistió fascinada al espectáculo de cómo un robot llamado Franka se movía ágilmente para crear un nuevo Franka, es decir, para replicarse a sí mismo.Tengo la plena confianza de que entre las empresas japonesas de tamaño medio y las pymes que van a estar presentes en la CeBIT de este año hay verdaderas joyas que van a causar esa misma fascinación.* * *Alemania y Japón tienen otro factor más en común. Hemos llegado hasta donde estamos precisamente porque hemos cosechado los frutos del comercio y de la inversión. Se dice que el Internet de las Cosas lo va a conectar todo. Se expresa de esta forma la explosiva fuerza multiplicadora que se esconde en la red. Y lo mismo puede decirse de las economías nacionales. Insistiré una vez más: va a ser mediante la conectividad como crecerán las economías.Japón, que ha gozado de los frutos del libre comercio y de la inversión, quiere ser el adalid de la defensa de los sistemas abiertos, junto a Alemania. Este es mi ferviente deseo. Por supuesto, para hacerlo, será necesario tener reglas que sean justas y que resistan un examen democrático. No debemos crear condiciones que conduzcan a una concentración del poder entre determinadas personas, o que permitan prosperar a quienes desprecian la ley. Precisamente por esto, Japón y Alemania, e igualmente Japón y Europa, que valoran la libertad y los derechos humanos, y respetan las reglas democráticas, deben actuar cooperando. Y esta es la razón por la que debemos conseguir un acuerdo de asociación económica entre Japón y la Unión Europea tan pronto como sea posible, para expresar todo ello con la máxima claridad. Hago aquí un entusiasmado llamamiento a la consecución de este objetivo.Canciller Merkel, ¿no estamos dispuestos ambos países a avanzar juntos manteniendo y reforzando el sistema libre, abierto y basado en normas que nos ha impulsado hasta el lugar en el que estamos?* * *Estamos ante un momento crucial de la historia de la humanidad. En tiempos prehistóricos, nos aventuramos en los bosques para cazar. Si ese es el primer capítulo de la historia humana, entonces el segundo fue cuando conseguimos asegurarnos una cantidad estable de calorías en forma de arroz o de trigo.El telón del tercer capítulo se alzó cuando se elevaron las olas de la industrialización, en lo que llamamos los tiempos modernos. El capítulo cuarto vio la fusión de las telecomunicaciones y los ordenadores, abriendo así nuevos horizontes. Ahora, somos testigos del inicio de un quinto capítulo cuando somos capaces de encontrar soluciones a problemas que éramos incapaces de solucionar. Esta era en la que todas las cosas están conectadas y todas las tecnologías confluyen traerá consigo el advenimiento de la “Sociedad 5.0”.Escribamos juntos, Alemania y Japón, la historia de esa Sociedad 5.0 desde su primera página.Canciller Merkel, mantendremos un mundo que sea abierto y que respete las reglas, que sea libre y justo. Y lo haremos más fuerte. Y si actuamos así, ¿no estaremos motivando a los jóvenes para que se aventuren en los amplios terrenos de la innovación y se sacien en ellos?El quinto capítulo de la humanidad será con toda probabilidad un mundo con un brillante y prometedor futuro por delante. Caminemos, yendo más y más allá, confiados en nuestras fuerzas.