Somos Tomodachi Otoño / Invierno de 2015
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34Ayudando a los estudiantes a expresar sus ideas sin timidezDesde pequeña, en mi casa siempre he tenido una cierta familiaridad con Japón. Mi padre nos contaba historias sobre su época de estudiante aquí, y unos primos que tienen sangre japonesa me hablaban de las riquezas culturales e históricas del país. Habiendo crecido en este ambiente, me sentí muy honrada cuando me incluyeron entre los primeros filipinos que participarían en el programa JET (Japan Exchange and Teaching).Cuando obtuve mi certificado de profesora, mi mayor deseo era vivir y trabajar en el extranjero. Participar en el programa JET ha sido una oportunidad de oro para experimentar una cultura tan especial como la japonesa y, al mismo tiempo, acumular experiencias docentes muy valiosas, ayudando a estudiantes japoneses a desarrollar su destreza en el uso del inglés.Actualmente trabajo en el instituto de bachillerato Koshigaya Minami, en la prefectura de Saitama. El instituto tiene un ambicioso programa de enseñanza de lenguas extranjeras. Sus alumnos son inteligentes y están deseosos de aprender. Muchos de ellos, sin embargo, son reacios a hablar en público y compartir sus opiniones en inglés. Para animarles a que expresen sus ideas, les propongo abundantes temas sobre los que pensar y les doy ocasión para que den a conocer sus puntos de vista, tanto por escrito como oralmente. También les animo a que se aventuren fuera de las zonas donde se sienten más cómodos y tengan nuevas experiencias en inglés, por ejemplo, leyendo literatura en su versión original. A muchos les gustan los autores extranjeros, pero en muchos casos solo leen las traducciones al japonés. Yo les insisto en que es importante degustar la obra en su lengua original, porque es una forma de entrar en contacto directo con la lógica del inglés y con sus expresiones más comunes.Este acercamiento es un importante aspecto de Interact, el club de inglés del instituto. Junto a mi colega profesor de apoyo lingüístico, preparo a los miembros del club, que ensayan con entusiasmo para presentarse a un concurso de oratoria en inglés de la prefectura. Tendrán que exponer asuntos muy complejos sobre el tema de la participación de Japón en las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU. Les di una gran variedad de artículos en inglés para leer y discutir sobre ellos, y esto les ha obligado a considerar las cosas desde diferentes puntos de vista y les ha ayudado a perfeccionar sus técnicas de oratoria y debate.En mi tiempo libre, me gusta aprender cosas sobre la cultura y la historia de Japón. Durante los viajes que hice a Kioto, Yokohama y Yamanashi, disfruté mucho vagando por ahí con mi cámara, captando los paisajes naturales y la belleza de los templos, santuarios y jardines. También me encanta visitar los templos de Tokio. En Japón me impresiona mucho la forma en que la cultura ha dado cabida armoniosamente a las últimas tecnologías y a las tradiciones centenarias. Encuentro que una de las partes más positivas del programa JET es la Asociación de Exalumnos de JET (JETAA, por sus siglas en inglés), cuyos miembros actúan como puentes culturales entre su país de origen y Japón. JETAA tiene otro importante papel, pues se encarga asimismo de preparar a los nuevos participantes del JET para la aventura de vivir y trabajar en Japón. De todos modos, en mi país todavía no se ha establecido ninguna asociación JETAA, ya que yo soy una de las primeras participantes filipinas en el programa. Cuando se eleve el número de participantes filipinos, trabajaremos junto a otros miembros de la comunidad JET para establecer una JETAA en Filipinas. Mi experiencia en el JET me ha motivado para ayudar a otras personas. Entre mis planes está el de cursar un máster en relaciones internacionales cuando vuelva a casa y aprovecharlo para contribuir a promover un mayor entendimiento entre las culturas.El programa JET: una excelente forma de experimentar Japón

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