Somos Tomodachi Otoño de 2015

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20Un variopinto conglomerado de fabricantes pequeños pero poderososEn el municipio de O¯ta, uno de los 23 distritos especiales (ku) que forman el corazón de Tokio, hay más de 3.500 manufactureras de pequeño y mediano tamaño, muchas de las cuales trabajan en el campo del mecanizado de piezas y procesamiento de metales. En su mayoría son pequeños talleres de menos de 10 empleados, pero muchos han desarrollado en sus respectivos campos de especialización destrezas técnicas muy elevadas. Dado que el ciclo de vida de los aparatos en campos como el de las tecnologías de la información es cada vez más corto, los grandes fabricantes necesitan acelerar al máximo su proceso de desarrollo y siempre están a la busca de compañeros entre pequeños talleres como estos, que ofrecen al mismo tiempo una tecnología superior y soluciones inmediatas.El Gobierno municipal quiere que O¯ta siga contribuyendo a la fabricación de vanguardia haciendo converger aquí el mundo de los negocios con el de la excelencia tecnológica. A ese fin, está ofreciendo un importante apoyo a las empresas japonesas y extranjeras que deseen estar presentes en el municipio mediante centros de producción o de I+D. Un ejemplo de este apoyo es el Ota Techno Core, un edificio situado en la orilla de un río, frente al aeropuerto de Haneda, que fue inaugurado en 2012. Propiedad de una empresa de Singapur, fue tomado en leasing (alquiler con derecho a compra) por el Ayuntamiento, que lo realquila por partes a pequeñas empresas con futuro. El edificio, de cuatro plantas y aspecto elegante, alberga actualmente 17 firmas.Una de ellas es Climb Works, Inc., fabricante de prototipos de piezas para automoción y electrónica. Especializada en el procesamiento de metales difíciles de cortar, como el titanio o el magnesio, despacha anualmente más de 10.000 piezas únicas. La compañía fue fundada en O¯ta en 1990 y actualmente tiene 55 empleados y una facturación de más de 1.000 millones de yenes (8 millones de dólares) al año. Seiji Yamaguchi, su fundador y presidente, ha dado vida a esta empresa trabajando siempre junto a su esposa, Minako, que ostenta el puesto de directora ejecutiva y es quien supervisa las operaciones y se encarga de que se cumplan los plazos de entrega.Yamaguchi afirma que las pequeñas manufactureras de O¯ta están todas interrelacionadas, lo que les permite hacer cosas de otro modo irrealizables. En una ocasión, Climb Works recibió un pedido de un gran fabricante de automóviles para que le sirviera, con la máxima urgencia, unas pequeñas piezas metálicas, pero se encontró con que no disponía de los materiales apropiados. Sin saber qué hacer, Yamaguchi acudió a uno de sus conocidos en busca de ideas. Su amigo, que también era propietario de un taller, se pasó por una ferretería del barrio, eligió unos cuantos tornillos perfectamente ordinarios y los utilizó como material para hacer las piezas. Apenas habían pasado dos horas desde la recepción del pedido. Las piezas fueron enviadas inmediatamente en avión desde el vecino aeropuerto de Haneda para que el cliente las sometiera a las pruebas pertinentes.Yamaguchi asegura que esta interrelación entre las empresas de O¯ta ha quedado a salvo en el Ota Techno Core, donde no es raro que empresas establecidas en el edifico se hagan y sirvan pedidos mutuamente. Entretanto, el año pasado Climb Works abrió dos oficinas de ventas en Estados Unidos. Al igual que esta, otras pequeñas manufactureras de O¯ta se benefician de la cercanía del aeropuerto de Haneda para proyectarse internacionalmente, sin perder por ello la rica red de relaciones tejida entre ellas.Talleres que llegan a los mercados del mundo

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