Somos Tomodachi Primavera de 2015
16/40

16Las muñecas hina que cruzaron el océanoHace 53 años una japonesa que vivía en Kitami, una ciudad de Hokkaido¯, Japón, escribió una carta al presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, felicitándole por la toma del cargo. Al tener ambos casi la misma edad, la mujer sentía afinidad por este presidente. Poco tiempo después, la mujer recibió una carta de agradecimiento del presidente Kennedy. La inesperada respuesta le causó tal emoción que decidió enviar un juego de las tradicionales muñecas hina japonesas al presidente para darle las gracias.Las muñecas hina se exponen en los hogares durante el Hinamatsuri (Festival de las Muñecas), una celebración tradicional japonesa que tiene lugar el 3 de marzo, en la que se reza por la salud, la seguridad y el crecimiento de las niñas. Estas muñecas, cuya historia se remonta al siglo XII, pasaron a formar parte de la dote matrimonial de las mujeres de clase alta en el siglo XVII.Medio siglo más tarde, la hija mayor del presidente Kennedy, Caroline, comenzó su servicio como embajadora de los Estados Unidos en Japón. Durante los preparativos para el Hinamatsuri en marzo de 2015, la embajadora decidió recuperar el juego de muñecas hina, almacenado en la Administración Nacional de Archivos y Documentos de Estados Unidos, y lo expuso en su residencia oficial. Al mismo tiempo solicitó que se buscara exhaustivamente a la “señora Matsumoto de Kitami”, la mujer que había enviado las muñecas. En febrero lograron encontrarla.Actualmente la “señora Matsumoto de Kitami”, cuyo nombre completo es Tsuyako Matsumoto, tiene 92 años y vive en una residencia geriátrica de su ciudad. “Jamás hubiera esperado recibir respuesta del presidente, así que me llevé una gran alegría”, recuerda. La señora Matsumoto quedó tan emocionada por la carta que invirtió los ahorros reunidos en un trabajo a tiempo parcial en unas muñecas hina que envió a la Casa Blanca. “Era un juego bastante caro y difícil de encontrar, por lo que pensé que le sorprendería”, afirma. El presidente Kennedy regaló las muñecas de la señora Matsumoto a su querida hija Caroline cuando esta tenía 4 años. “De pequeña recibí muchas muñecas procedentes de todo el mundo, pero las hermosas muñecas hina eran especiales para mí”. El completo juego de quince muñecas y siete pisos, con sus sannin-kanjo (tres damas de la Corte) y sus gonin-bayashi (cinco músicos) entre otros personajes, contribuyó a forjar en la pequeña Caroline una imagen de Japón como “país maravilloso”.En febrero de 2015 la embajadora Kennedy hizo llegar a través del consulado estadounidense de Sapporo una carta de agradecimiento y un mensaje en vídeo a la señora Matsumoto. La carta decía así: “Me alegra haber podido traer a las muñecas hina de vuelta a su país de origen y exponerlas en mi residencia oficial como símbolo de la amistad entre Japón y los Estados Unidos”. Y en el vídeo Kennedy declaraba: “Le estoy muy agradecida por enviar las muñecas a un país tan lejano como el mío hace tantos años. Me hicieron comprender que un regalo puede tocar el corazón de una persona y cambiarle la vida”. “Estoy tan conmovida que no puedo expresarlo con palabras. Gracias de todo corazón por conservar las muñecas con tanto cariño”, declaró la señora Matsumoto entre lágrimas de emoción tras recibir el mensaje.De vuelta a su Japón de origen, el 3 de marzo de este año las muñecas hina de la señora Matsumoto volvieron a lucir con todo su esplendor en la residencia oficial de la embajadora Kennedy.

元のページ 

10秒後に元のページに移動します

※このページを正しく表示するにはFlashPlayer10.2以上が必要です